Transformar es preciso, crear es preciso.
La formación debe ser constante transformación y estar basada en un pensamiento crítico sobre sí misma. Todo conocimiento está situado en nuestra historia latinoamericana y es una construcción colectiva y consensuada. Nunca la historia es la que nos contaron y al repensarla, la construimos de nuevo. Optamos por una historia económica, política, social y cultural que evidencia el poder y el saber que la produce; como una construcción que es memoria colectiva y crea nuevas realidades sociales.
Entendemos que la relación con la naturaleza parte que pertenecemos a la tierra y todas las cosas del mundo natural tienen igual importancia. Plantas y animales merecen el mismo respeto que cualquier ser humano. Descreemos de los que les niegan la dignidad a los seres vivos en general, porque una vez ellos mismos lo hicieron con los seres humanos.
Es preciso pensar cuándo nuestros juicios se volvieron prejuicios, cuándo nos segregamos imponiendo marcas y comportamientos incuestionables. Cualquier tipo de institucionalización está basada en estigmas y en la continuidad de un sistema de segregación de personas. Ante esto, partimos de la dignidad y libertad innata de los seres humanos para actuar. Optamos por realizar acciones tendientes a la erradicación de todas las formas de esclavitud, explotación, discriminación y vulneración de derechos fundamentales de personas y grupos sociales de la región latinoamericana.
Descreemos de la hipocresía que mediante el recurso de la propiedad enajena a millones de personas de los recursos naturales, los alimentos, la vivienda y la producción de sus propias formas de vida. Negamos la censura y la penalización del acceso libre a la información.
La participación de las personas es integral a todos los aspectos de la vida porque una incidencia política crítica se desarrolla necesariamente en la vida cotidiana, en la economía, en la comunicación, en el gobierno, en las empresas y en todas las formas de autorganización que independientemente desarrollen las comunidades.
Entendemos que las transformaciones sociales pasan por la cultura y no se hacen con ningún tipo de violencia. Se trata de una formación que transforme mediante el arte y el uso crítico de todas las formas de comunicación que están a nuestro alcance en el tiempo en que nos corresponde actuar.
